Hace mucho, mucho tiempo, en un evento de esos de mucha gente y conversaciones al vuelo, Alex le comentó a Javi la posibilidad de hacer un podcast sobre Marca España.

Pero lo de la marca es una excusa, dijo Álex. Al final, lo que queremos es hablar de España a ver si la arreglamos o evitamos que se nos caiga encima.

Javi dijo que sí sin preguntar más, porque así es él y en estas estamos.

Tiempo después, porque la vida es compleja y hay que trabajar además de farandulear, el proyecto se fue acotando y perfilando y así llegamos hasta hoy, contigo aquí leyendo esto.

Le pusimos un nombre basado en una canción de C. Tangana o de El Madrileño, que es mucho más español si cabe, para que parezca un barco o una casa okupa, todo depende.

La idea siempre ha sido la misma: tomarnos España más allá de lo emocional, sin esa política que hoy lo enfanga todo y hablar desde una perspectiva humana pero también de negocio, desde el respeto y la conversación con todos aquellos que quieran apuntarse a tener un país mejor más allá de los dimes y los diretes en los que parece sumida nuestra clase política.

Porque creemos firmemente que se puede hacer país sin insultar al resto. Porque creemos en encontrar un relato que pueda articular esta nueva España que no puede ser la que era pero que tampoco puede ser del todo nueva. Porque un país no se construye desde la división sino desde todo aquello que nos une.

Y es mucho.

EPISODIO 0

Whisky, patatas y Spain as a Service.

Abrimos puertas sin cerrar heridas.

Episodio de presentación a calzón quitado y con el nombre recién elegido.

Os contamos porqué creemos que es el momento de hablar de España desde otros espacios y articulamos el proyecto de trabajo que nos marcamos para este año: una fase exploratoria sobre España para entenderla mejor y comenzar a configurar la parte estratégica de su marca. Ahí es nada.

Eso y lo de la bandera de Irlanda.

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Y claro, nada de esto sería posible sin la buena gente de microbio y Singular Solving, que apoyan el proyecto y nos permiten gastar recursos tiempo y lo que sea menester en un proyecto tan ilusionante como suicida.

¿O no?